Gestionar la experiencia del cliente va más allá del NPS y CSAT. Explora cómo elegir métricas de CX que realmente impacten el crecimiento y la salud de tu negocio.
Ayer compartí un post donde discutía las métricas populares de experiencia del cliente (CX): el NPS (Net Promoter Score) y el CSAT (Customer Satisfaction Score). Ambas tienen su lugar y pueden aportar valor a ciertas empresas. Sin embargo, la realidad es que para muchas otras, estas métricas simplemente no logran mover la aguja ni en términos financieros ni operacionales. El problema está en la enseñanza de estas métricas como si fueran la única y definitiva forma de gestionar el CX, lo que puede limitar el verdadero potencial de esta área estratégica.
Cuando se elige una métrica para CX, la pregunta clave no es solo "¿qué mide?", sino "¿cómo contribuye al núcleo del negocio?". ¿Impacta en la salud de la empresa y su crecimiento? ¿Genera valor en el día a día? El CX es un área transversal que debería estar en conversación constante con cada parte del negocio, especialmente con los equipos que mueven los engranajes principales de la organización.
Al establecer métricas de CX, pensemos en su impacto real. Las métricas deberían ayudar a áreas como marketing a crear mejores mensajes para prospectar en frío, diseñar slogans que toquen fibras en los clientes futuros y transmitir valores de la empresa en promesas que sí se puedan cumplir. Esto no es un detalle menor, es la base de cómo nuestros clientes potenciales ven y perciben nuestra marca.
Para ventas, las métricas también tienen un rol que va más allá de la simple satisfacción. Deberían ofrecer insights para construir brochures efectivos, encontrar clientes calificados, optimizar procesos y cerrar más tratos. Al final, no se trata solo de dejar al cliente satisfecho, sino de asegurar que los clientes correctos lleguen, se queden y sean leales.
Y cuando hablamos de operaciones, el CX puede ser una herramienta clave para detectar errores antes de que ocurran, optimizar procesos, y ajustar cualquier debilidad. En lugar de ser una capa superficial, el CX debería nutrir decisiones operacionales con un enfoque estratégico y útil.
Capturar datos del cliente puede ser increíblemente poderoso, pero siempre y cuando lo hagamos con propósito. ¿Realmente estás obteniendo información que ayude al negocio a crecer y a fortalecer su salud? CX no se trata solo de obtener números, sino de generar un impacto real. Si las métricas elegidas no están contribuyendo a esta visión, es hora de cuestionar su verdadero valor.