Cómo las empresas están transformando la toma de decisiones y mejorando la experiencia del cliente con IA generativa, desde la planificación estratégica hasta la automatización del servicio al cliente.
La inteligencia artificial (IA) está dejando de ser solo una tendencia para convertirse en una herramienta fundamental en la gestión empresarial. Pero, ¿cómo exactamente puede ayudar a una empresa? En Wharton, los expertos han dejado claro que el GenAI (IA generativa) está transformando la forma en que tomamos decisiones y gestionamos los negocios. Aquí les comparto algunas claves de lo que está ocurriendo y cómo aprovecharlo.
La mayor fortaleza del GenAI generativa está en su capacidad para procesar enormes cantidades de datos no estructurados, como correos electrónicos o informes. Esto nos permite tomar decisiones informadas, basadas en datos que antes pasaban desapercibidos. Imagine poder extraer insights clave de miles de correos electrónicos o proyectos en herramientas como Jira. Con la IA, ya no es una fantasía.
Para planificar estratégicamente, la IA puede analizar patrones y datos que nosotros solos no podríamos procesar tan rápido. Esto es especialmente útil cuando necesitamos asignar recursos o definir dónde invertir. La IA nos ofrece una radiografía clara del panorama competitivo y nos ayuda a entender dónde podemos innovar. Es como tener una bola de cristal, pero basada en hechos.
Empresas pioneras están utilizando la IA para automatizar procesos y mejorar la atención al cliente. Por ejemplo, algunas han automatizado más del 60% de sus interacciones de soporte, ahorrando miles de horas de trabajo. Esto les permite enfocarse en lo que realmente importa: las interacciones que requieren el toque humano. ¿Cuánto tiempo podríamos ahorrar si dejamos que la IA se encargue de lo rutinario?
Otra ventaja es que la IA permite personalizar el aprendizaje a nivel empresarial. Esto significa que los empleados pueden formarse en sus propios términos, adaptando sus procesos a lo que realmente necesitan. La flexibilidad que ofrece es un sueño hecho realidad para cualquier empresa que valore el crecimiento constante de su equipo.
Las empresas más precavidas están avanzando de forma gradual. En lugar de aplicar IA en todos los procesos, empiezan por lo más simple, como la creación de resúmenes de documentos. Este enfoque permite aprender de forma segura y entender qué funciona antes de implementar soluciones más complejas.
Como cualquier tecnología, la IA tiene sus desafíos. Uno de los principales es la "alucinación", donde los datos mal entrenados generan resultados incorrectos o sesgados. Aquí es donde los humanos entran en escena: la clave está en mantener un balance entre la IA y la supervisión humana para asegurar que las decisiones sean precisas y confiables.
Los avances en IA no se detienen aquí. Imagine poder traducir preguntas comunes de su equipo en consultas de bases de datos complejas. Preguntas como “¿Cuáles fueron nuestras ventas el trimestre pasado?” podrán ser respondidas instantáneamente con solo hacer una consulta en lenguaje natural. Esto no es ciencia ficción, es el próximo paso en la gestión empresarial.
Todo lo anterior suena impresionante, pero en woku sabemos que lo más importante es lo que la IA puede hacer para mejorar la experiencia del cliente. Con nuestro enfoque, ayudamos a las empresas a procesar automáticamente reseñas y comentarios, algo que puede ser un dolor de cabeza si se hace manualmente. La IA que implementamos permite analizar datos abiertos y transformarlos en insights accionables para mejorar productos, servicios y la relación con los clientes. Esto no solo agiliza la toma de decisiones, sino que lo hace de una manera que no requiere de expertos en tecnología para entender los resultados.
Con herramientas como las que ofrecemos en woku, la inteligencia artificial se convierte en una aliada para entender mejor lo que tus clientes realmente piensan y cómo actuar en consecuencia. Es el poder de la IA, pero aplicado de forma directa y útil en lo que realmente importa: la experiencia del cliente.